BARBILLÓN

Los alrededores de Madrid se han convertido, en los últimos tiempos, en un atractivo más de esta ciudad tan enorme y tan abierta a todas las corrientes gastronómicas. ARAVACA no es una excepción. A un tiro de piedra de la gran ciudad, Aravaca es una zona tranquila, de bien comer y de bien vivir, que ha ido creciendo en interés y variedad con la explosión urbanística y demográfica de Valdemarín, asentamiento preferido de los pudientes del lugar. Lo que empezó siendo una apuesta tímida por una restauración de cierto lujo, acorde con el nivel económico de sus habitantes, ha desembocado en la apertura de restaurantes de todo tipo y condición que se han ido consolidando poco a poco. Los fines de semana es tarea imposible encontrar una mesa libre en la mayoría de restaurantes de este Valdemarín floreciente y sabroso. A diario, la cosa cambia, no hay problemas para reservar, salvo en determinados y muy elegidos lugares de culto, y puede que por ese motivo, en un futuro más o menos próximo, algunos de ellos no puedan resistir y la amplísima oferta actual de vaya reduciendo y sólo resistan los mejores. De lo que no hay duda es de que Aravaca en general y Valdemarín en particular son motores imparables de la mejor y más pujante gastronomía madrileña

Precisamente allí, en el corazón de Valdemarín, está BARBILLÓN, anunciado en los papeles como BARBILLÓN OYSTER, aunque allí se pueda comer de todo, y muy bien por cierto. Es un local coqueto, luminoso, con una terraza amplia y hermosa, muy apetecible en cuanto la primavera pide aire libre. Hay un detalle que te atrapa en cuanto entras en Barbillón y es la amabilidad de todo el servicio de maitres y camareros, lo que se agradece en un mundo tan despersonalizado como el que vivimos. Las ostras son las joyas de la casa, en sus distintas variedades, Amelie, Gillaerdeau y las que más me gustan a mí, las gallegas de toda la vida. Están muy sabrosas también las almejas a la sartén. No dejes de probar la ensaladilla, que está entre los mejores manjares de la carta. Me gustaron mucho los chipironcitos con huevo, estaban muy jugosos y apetecibles. Como tributo a la cocina mexicana, preparan unas quesadillas de cochinita pibil que saben a México, creo que es el mejor elogio que se le puede hacer a este plato. Se me hace la boca agua cuando pienso en las pulguitas de calamares, un bocado inigualable de sabor y ternura marinera. Muy bueno el tartar de atún, el taco de buey trinchado, los taquitos de merluza y un sobresaliente “cum laude” para el jamón ibérico que PACO corta y sirve con cariño y siempre con una sonrisa a la entrada del local. Podéis ir a BARBILLÓN de mi parte, preguntad por el gran RUBÉN y seguro que tiene un detalle con vosotros.

 

 

BARBILLÓN OYSTER

Avenida Valdemarín, 165-169

28023 – MADRID

Tfno. 910 175 984

CASA RAMALLO

En mis años de jugosa juventud recuerdo que por la zona de PADRÓN había varios restaurantes, entonces denominados casas de comidas, que habían adquirido un reconocido prestigio entre los habitantes de toda Galicia y hasta me atrevería decir que de toda España. En el centro urbano de la villa estaba CASA CUCO, a la que acudía el gran CAMILO JOSÉ CELA cuando aparecía por Padrón. En el pueblo cercano de PONTECESURES estaba la afamada CASA CASTAÑO, que regentaban con maestría mis queridos tíos Maruja Castaño y Manolo Fajardo con la ayuda de mis primos Nené, Teresuca, Marisa, Nita y Cuqui. Desgraciadamente, esta famosa casa de comidas ha pasado a mejor vida. Y, por último, en la cercana localidad de Rois estaba CASA RAMALLO, uno de los templos de la gastronomía auténtica de Galicia, la única de aquella trilogía mágica que ha seguido manteniendo su prestigio y su calidad hasta nuestros días. Sólo abre a mediodía, porque las noches se habían puesto imposibles para este tipo de negocios, pero es una enorme satisfacción comprobar que Casa Ramallo sigue fiel a sus raíces, a pesar de los vaivenes familiares y de la irrupción desenfrenada de la llamada nueva cocina.

Ir a Casa Ramallo y no probar su marisco del día es un pecado mortal de necesidad. Suelen tener muy buenas cigalas y percebes y, a veces, unos pateiros deliciosos. Los pateiros son unos centollos pequeños de tamaño, pero grandes de sabor, que están entre los mejores bocados del mar de mi tierra.  Los mejillones en escabeche son una de las especialidades de la casa y son una potente tentación. Después del marisco, hay varias opciones: el guiso de fideos con almejas o el guiso de xoubas, ambos platos de una exquisitez muy lograda y auténticos reyes de la carta de Ramallo. En temporada, cuando el invierno aprieta, la lamprea, a la bordelesa o guisada, es otro de los alicientes de la visita a este lugar inolvidable. También presumen de preparar buenos platos de caza cuando las escopetas tienen libertad de disparo. La perdiz, el faisán, el conejo, el jabalí, todos tienen sitio en su lista de platos y a la gente no le importa desplazarse hasta Rois para probarlos. Por cierto, la caldeirada de pescado y el jarrete estofado son de los que marcan tendencia. Todo sabe bien en esta casa de comidas fundada en 1898 y que sigue estando entre los restaurantes míticos de la gastronomía gallega. Como yo soy de por allí, podéis ir de mi parte. Y que os aproveche.

 

 

CASA RAMALLO

C/ Castro, 5

15911 – ROIS (La Coruña)

Tfno. 981 80 41 80

TABERNA LA DOLORES

Cada barrio de MADRID tiene su propia personalidad. El barrio de Huertas agrupa a una enorme cantidad de bares, restaurantes y tabernas, que lo convierten en uno de los favoritos de madrileños y visitantes. Siempre está en plena ebullición y el ambiente que se respira en sus calles es uno de los alicientes que destaca la gente cuando se le pregunta por este barrio. Por allí está el hotel Palace, un pedacito importante de la historia de Madrid. Y la iglesia de Jesús de Medinaceli, cuyo Cristo tiene una larga tradición milagrera y es venerado por los madrileños más devotos cada primer viernes de mes, con visitas reales incluidas. Todo ello, unido a la larga lista de lugares gastronómico- festivos de visita obligada que han proliferado en sus calles y plazas, hacen de esta zona una de las emblemáticas de la capital para disfrutar de la vida plenamente. Para mí era bastante desconocido el barrio de Huertas hasta que mi amigo y compañero de radio GUILLERMO VALADÉS me llevó por primera vez a LA DOLORES y me encontré con una de esas tabernas madrileñas castizas y auténticas que tanto me gustan. Desde entonces, soy un enamorado de este lugar para toda la vida.

Entrar en LA DOLORES es entrar en un Madrid de verdad, el ambiente es formidable, los azulejos y la decoración le dan ese aire romántico que tanto agradecemos los amantes de la pureza. Dicen que tiran las mejores cañas de Madrid y pude comprobar que es verdad. Es uno de los grandes atractivos de esta taberna, las cañas bien servidas y un vermú de grifo que quita el sentido. Si además le añades unas tapas variadas y sabrosas a más no poder, te encuentras con la felicidad plena. Pide los boquerones en vinagre, una de las especialidades de la casa, considerados por sus clientes habituales los mejores de Madrid. Muy buenas las anchoas y los mejillones, con mucha personalidad. La exhibición permanente de pinchos — de cabrales, salmón, pimientos, atún y un largo etcétera sobre la hermosa barra de mármol y madera son una tentación irresistible. Me gustaron mucho los encurtidos y, sobre todo, las gildas, originales y sabrosísimas. Tengo que decir que, cuando voy a La Dolores, voy solamente a tapear y a tomar unas cañas bien tiradas con los amigos, no he tenido tiempo de comer seriamente, pero esas visitas esporádicas avalan mi afirmación de que es una de las grandes tabernas de Madrid y que merece una visita por esos pequeños detalles de picoteo puro y duro, que se hacen grandes cuando hay estilo y profesionalidad. ANTONIO, que es el que manda en LA DOLORES, estará encantado de atenderte si vas de mi parte alguna vez.

 

 

LA DOLORES

Plaza de Jesús, 4

28014 – MADRID

Tfno.. 914 292 243

EL BOYA

El Sur de la isla de Gran Canaria se ha convertido en uno de los grandes paraísos turísticos de nuestro país. La clarividencia de algún avispado empresario produjo este milagro de sol y prosperidad, que está atravesando su punto álgido de éxito. Maspalomas, San Agustín, Playa del Inglés, Amadores, Puerto Rico, Arguineguín, Puerto Mogán y un largo etcétera de lugares únicos jalonan el mapa más atractivo de esta isla genial. A mí me gusta decir, y lo hago con conocimiento de causa, que los españoles tenemos el mejor CARIBE a dos horas y media de viaje y no necesitamos un vuelo transoceánico de diez horas para disfrutar de los encantos del mejor clima del mundo. Todo está aquí, en el Caribe Canario, en el que la vida pasa felizmente con sonido puro de mar y sabor alegre de fiesta y diversión. En cuanto al asunto de la manduca, no hay que complicarse demasiado la vida para encontrar lugares “especiales” donde la comida es de verdad y los pescados presumen de frescura. A mí me llevó a EL BOYA mi querido amigo canario RAMÓN SUÁREZ, que tanto sabe de turismo y de Canarias. Y me llevé una sorpresa mayúscula. Es un bar humilde, sin pretensiones, de mesas irregulares y ambiente marinero, situado en la playa de Arguineguín, la patria chica de los VALERÓN y de DAVID SILVA que suelen andar por allí alguna vez. Está siempre abarrotado de parroquianos y con ese olor a autenticidad que tienen los pequeños grandes templos del buen comer.

No pidas exquisiteces en EL BOYA. Allí se va a tomar pescado y pescado de verdad y, por supuesto, todas las excelencias marineras de la cocina canaria. Empieza por el gofio “escaldao”, te lo van a poner aunque no lo pidas porque es de degustación obligada en el lugar. Que no falte en tu lista de pedidos la cebolla frita con gambas, una especialidad de la casa que está de chuparse todo. Cualquier pescado que pidas aquí no te va a defraudar. Yo tuve la suerte de comerme una noche unos salmonetes gigantes en su punto de fritura y sabor, que no he podido encontrar en ningún otro sitio. La carta es brutal, pulpo en salsa, ropa vieja de pulpo, salpicón de huevas, calamares deliciosos, los famosos longorones (en temporada), caballas, viejas, gallos chicharros, sardinas, langostinos fritos, hasta sancocho tienen todos los viernes del año. Y, cómo no, los mejores quesos tiernos canarios y unas papas arrugás de categoría con el mojo especial de la casa, que pica lo que tiene que picar, que así tiene que ser el mojo canario, bonito y picón. Para que no falte de nada, pide el pan blanco BIZCOCHO que tanto gusta por allí y un buen vino de Lanzarote para finalizar la visita a uno de los lugares más originales del sur de Gran Canaria. Toda la familia te va a recibir como uno más de la misma. Y puedes ir de mi parte sin problemas. Creo que hasta les caigo bien

 

 

EL BOYA – BAR PLAYA
C/Santa Agueda, 32 (Junto a la fábrica de cemento)
ARGUINEGUÍN- El Pajar
(Sur de GRAN CANARIA)
Tfno..928 735 314

LA CATAPA

La zona del Retiro se está convirtiendo en una de las más atractivas del Madrid de la tapa y el picoteo. De un tiempo a esta parte, han proliferado una serie de locales de comida sin complicaciones, de consumo rápido y sabroso, a un precio más o menos razonable, y la gente se ha volcado con ellos, convirtiéndolos, de la noche a la mañana, en lugares de culto. Son, podríamos decir, tabernas de nuevo cuño, tabernas ilustradas, con toques modernistas en su decoración, pero con planteamientos muy tradicionales a la hora de completar el menú.  Por supuesto que existe en casi todos estos locales un acercamiento a la nueva cocina imperante en Madrid, pero siempre con respeto al sabor del producto. Es un placer organizar, entre amigos, un itinerario de tapa y picoteo por los alrededores del Retiro, hay muchos lugares de parada obligada que nos van a hacer el recorrido inolvidable. Hace unos días, mis amigos GUILLERMO VALADÉS,  JUAN CARLOS MONTERO y CARLOS GUTIÉRREZ me llevaron a LA CATAPA, una de esas tabernas ilustradas de las que hablaba más arriba, con todos los ingredientes para mantenerse ahí arriba durante mucho tiempo.

 

De entrada, el local te sorprende por su luminosidad y su aspecto bullicioso. No puede caber más gente en menos espacio. Da la impresión de que a los clientes de la CATAPA les encanta estar apretujados, casi pegados unos con otros, disfrutando de las maravillas del lugar. Qué berberechos nos sirvieron, enormes, sabrosos, perfectos. Para los amantes de los erizos, los tienen como plato estrella y pueden presumir de tener los mejores. Las alcachofas, abiertas en flor, salen de la cocina velocidad de éxito. No quiero olvidar las setas, de las mejores de Madrid, convenientemente preparadas para que se aprecie su sabor a campo y tierra. Y, como explosión total de textura, elegancia y exquisitez, LAS CROQUETAS, así, con mayúscula. En sus tres variedades, jamón ibérico, changurro y patatas con trufas, son un regalo para casi todos los sentidos. Ya puestos a agotar posibilidades de tapeo, un salpicebiche originalísimo, la ensaladilla rusa de faisán, los arroces melosos en su punto álgido de cocción, los callos, las hamburguesas de Wayú…Por cierto, el día que yo fui me prepararon una lamprea a la bordelesa realmente increíble. Tapas y más tapas, selección amplísima de vinos de todas las procedencias, la amabilidad de un personal especializado en dominar multitudes y las atenciones del gran jefe MIGUEL ANGEL, siempre preocupado de que la gente salga feliz de LA CATAPA y con el estómago tranquilo y relajado. Si van de mi parte, es posible que les inviten a un buen ronroneo con Arehucas, que nunca viene mal después de un buen picoteo.

LA CATAPA

c/Menorca, 14

28009- MADRID

Tfno.686 143 823

TIRA DO PLAYA

Hablar de la Coruña es hablar de una ciudad muy hermosa que vale la pena conocer a fondo. Desde Riazor a la torre Hércules hay un largo paisaje de agua y arena que figura en todas las guías de lugares inolvidables. Al otro lado, las cristaleras de La Marina y los Cantones, mirando permanentemente al sol y a la lluvia, componen con el puerto y el Parrote una postal luminosa y auténtica de la bien llamada ciudad de cristal. La Coruña siempre ha sido ciudad de buen comer. A los viejos templos gastronómicos, que el tiempo ha ido enterrando en el olvido, le suceden nuevos restaurantes y casas de comidas que aspiran a recuperar aquel esplendor perdido. En plena explosión marinera de Riazor, el Playa Club es uno de los locales más emblemáticos de esta nueva Coruña del futuro. El Playa ha atravesado múltiples vicisitudes a lo largo de su existencia y parece que ahora vuelve a ser aquel punto de encuentro obligado para coruñeses y visitantes por su ubicación excepcional y las posibilidades que ofrece para todo tipo de negocios relacionados con el buen comer y el buen vivir. Allí se ubica el TIRA DO PLAYA, un local que lleva el nombre del mítico TIRA DO CORDEL, porque en un principio iba a ser una sucursal de la casa madre de Finisterre y, al final, esa unión no fructificó y los nuevos propietarios decidieron seguir con el nombre inicial, creo que con muy buen criterio.

Al TIRA DO PLAYA hay que ir con todos los sentidos alerta, para poder disfrutar a tope de una carta no muy larga, pero sabrosa y gallega a más no poder. Mi buen amigo CRISPI, que hasta hace bien poco regentaba EL MANJAR, uno de los mejores restaurantes que ha tenido la ciudad, se ha unido a los nuevos propietarios, responsables también del Asador GONZABA en Santiago y la Coruña, y ha aportado lo mejor de su antigua casa, como el SALPICÓN DE BOGAVANTE, el mejor que he comido en mi vida, y he comido muchos. Sólo por este plato ya vale la pena ir a Tira do Playa. Otra de sus aportaciones es LA TORTILLA, que un día no muy lejano fue declarada mejor tortilla de España, y que sigue siendo plato de degustación inevitable. Siempre tienen algún marisco de la zona –, percebes, longueiróns,  centollas, nécoras, cigalas del día— perfectos de cocción y frescura. Y ya metidos en faena, puede uno inclinarse por el pescado o por la carne. Cualquiera de las dos opciones es buena. Nosotros nos decidimos por una extraordinaria LUBINA A LA PARRILLA, que nos recordó a las que sirven en la que pudo ser su casa madre, allá por la Costa da Morte, un plato de categoría extra para una cena coruñesa de verdad. Hay muchas sugerencias apetecibles en la carta de este restaurante tan recomendable, pero sólo te hemos sugerido, con conocimiento de causa, lo que nosotros probamos. Si vas a la Coruña, pásate por el TIRA DO PLAYA y dile a Crispi que vas de nuestra parte, aunque es capaz de cobrarte más. Es broma ¡¡¡

 

 

TIRA DO PLAYA

Andén de Riazor, s/n

Playa club

15011 – A CORUÑA

TFNO.981 257 128

LA CORNADA

La zona de la Castellana de Madrid, la que no deja de crecer en los alrededores del Estadio Bernabéu, es muy apetecible para los restauradores con buenas ideas. Hay un público fiel a mediodía, procedente de las innumerables oficinas que existen en esa zona, aunque la noche sea un poco más difícil porque las modas han trasladado el epicentro de la gastronomía de multitudes a otros lugares como el entorno de Velázquez y Jorge Juan. DAVID LECANDA, que junto a su tío SITO TEJEIRO, es el responsable del éxito de los 4 restaurantes EL PIMIENTO VERDE en Madrid, eligió La Castellana para una idea que llevaba fraguando durante mucho tiempo, un restaurante con la mejor carne de la ciudad y con una decoración muy original, entre vasca y cántabra, que atrajese a los muchos ejecutivos de la zona y a todos los amantes del buen comer. Una enorme vaca blanca preside la entrada del local y, en cuanto entras en La Cornada, tienes la sensación de estar como en casa. En la parte de atrás hay una enorme terraza para disfrutar de una buena comida al aire libre durante buena parte del año. Todo está calculado para hacerte la vida feliz y realmente lo consiguen.

La gran protagonista de La Cornada, lógicamente, es la carne. La de rubia gallega es un prodigio de sabor y ternura al mismo tiempo. La hacen en una parrilla vista alimentada con carbón de encina y te la sirven en el punto que tú elijas, con unas patatas fritas al momento y una lechuga viva con cebolla morada, especialidad de la casa, que rebosa atractivo y calidad. El otro tipo de carne es la negra avileña criada en su reserva propia de Herradón de Pinares en Avila, otro lujo de categoría para los amantes de la carne en estado puro y con denominación de origen. Elijas la que elijas, entenderás por qué la carne de este restaurante aspira a estar entre las mejores de Madrid. El queso canario braseado aspira también a ser plato grande de la casa, y con razón. No faltan en el menú las famosas alcachofas del Pimiento Verde, su casa matriz, esas que últimamente todos quieren imitar, pero sin éxito. No dejes de probar una cecina de buey finísima. Como nota curiosa, hay un guiso muy especial, el sukalki de ternera, típico de los hogares del Pais Vasco, que no puedes dejar de probar en una de tus visitas a este templo de la carne. El lema de la casa es “comamos, bebamos y disfrutemos”. Y si pillas alguna de sus noches de piano, juerga y canciones que abundan en LA CORNADA, no pararás de hacerlo y de darle gracias a la vida. Por supuesto, puedes ir de mi parte y que sea lo que Dios quiera.

 

 

LA CORNADA

Paseo de la Castellana 89

28046 – MADRID

918 615 736

O FAIADO

La Coruña es una ciudad a la que le gusta cantar, sobre todo por la noche. No es casualidad que una de las mejores voces de la música gallega, PUCHO BOEDO, haya nacido en esta ciudad y haya llevado su nombre por el mundo con sus inolvidables TAMARA. Pucho venía de patearse Galicia con las grandes orquestas de entonces, LOS TROVADORES Y LOS SATÉLITES, auténticos precursores del boom de las orquestas gallegas en la actualidad. Aparte de esta proliferación de orquestas de verbena, son muchos los locales coruñeses en los que la gente se reúne alrededor de un cubata o un vaso de buen vino para escuchar canciones interpretadas por los cantantes clásicos de la noche herculina. El más famoso de todos ellos ha sido OS BELÉS, que durante muchos años puso el cartel de completo casi a diario y se convirtió en el templo de las “caralladas” nocturnas de una ciudad a la que le cuesta dormir. En la Ciudad Vieja perviven todavía muchos de esos lugares únicos en los que los boleros de siempre y las canciones de la tierra siguen manteniendo la tradición farandulera de mi querida Coruña. Si alguna vez la noche os pilla por alguno de estos locales, seguramente disfrutaréis escuchando a LOS PETERAS cantando aquello de “Coruña, tu mar me acarició…” que los coruñeses se saben de memoria.

Uno de esos locales “distintos” está ubicado frente a la estación de ferrocarril de La Coruña. Desde hace unos años, se ha convertido en lugar de culto para los amantes de las canciones de siempre y de esas madrugadas únicas, en las que se detienen los relojes y se acelera la vida. Se llama O FAIADO y el único objetivo de su alma mater JOSÉ ANTONIO – un gran showman nacido en el paraíso de Laxe es que la gente se lo pase bien. Es un local pequeño, la gente se apretuja en torno a las mesas y la barra, es el bullicio clásico de los lugares con ángel.  Si te apetece cenar, puedes pedir una buena tortilla, te la servirán con honores de gran manjar. Presumen de tener siempre un buen queso del país, al que las anchoas le sientan de maravilla. El raxo con patatas es de los mejores de la zona y eso es decir mucho en su favor. Si tenéis suerte, podéis degustar unas nécoras de la ría cocidas con laurel, como tiene que ser, que se han convertido en especialidad de la casa. Esta es la pequeña, pero apetitosa carta de O FAIADO. Suficiente para una clientela que no exige demasiado y que va a lo que va, a divertirse, a cantar y a brindar por lo que sea con los cantantes de la casa. El show final de José Antonio con su guitarra mágica merece la pena no perdérselo, porque es el broche perfecto para una velada de las que tanto gustan en esta ciudad necoreira y cantarina, que tiene en O FAIDO un clásico de visita obligada. Igual os invitan a algo si vais de mi parte. Intentadlo.

 

 

O FAIADO

Avenida Ferrocarril, 3 bajo izda.

15007 – LA CORUÑA

TFNO. 649 412 746

LA TIRANA

Marbella se ha convertido, en los últimos años, en capital gastronómica de la Costa del Sol. Grandes chefs se han instalado en los estrellados hoteles de la zona, elevando la categoría culinaria de este emporio de belleza y glamour. Fuera de este circuito de grandes nombres de la guía Michelin, encontramos otros restaurantes apetecibles, que quizás no tengan tanto relumbrón, pero en los que se come de verdad, sin demasiadas exquisiteces progresistas. Es la Marbella de las mil caras la que la gente busca cada temporada veraniega, abarrotando playas y apartamentos, al encuentro del sol y de los famosos. A mí me gusta la que nace en la plaza de Los Naranjos y se expande por sus callejuelas hermosas cubiertas de flores y de bares y restaurantes únicos, en los que apetece sentarse a disfrutar del mejor microclima del sur de las Españas. Muy cerca de allí, en una casa señorial que perteneció al pintor Vicente Viudes, está La Tirana, uno de esos lugares con encanto al que acude el todo Marbella que quiere disfrutar de un entorno mágico con olor penetrante a dama de noche y una cocina variada, sencilla y autentica.

Unos entrantes muy sabrosos son siempre el mejor comienzo de una gran comida. Es una mezcla de cocina mediterránea y oriental que te seduce desde el primer momento. De la Tirana puedo decir que su carta está perfectamente pensada para hacer felices a sus comensales. Carne de calidad, pescado de calidad, atención exquisita del personal, unos jardines embriagadores y un precio acorde a todos estos detalles. Prueba la ensalada de langostinos crujientes o los arenques con patatas y cebolla morada si te apetece algo original. No olvides el bacalao, el confit de pato con reducción de naranja y su famoso steak tartar, son platos que pueden parecer rebuscados, pero no es así, son de un intenso atractivo. A mí me gusta destacar un plato que sea representativo de cada restaurante y en este caso destaco, por encima de todo, el hígado de ternera encebollado como gran plato estrella de la casa. No dejo de probarlo siempre que me acerco a La Tirana con ganas de autenticidad. Saludar a Manolo, su propietario y al chef Manuel BenavidesS es saludar a dos enamorados del buen comer y del mejor vivir. No dejéis de visitar LA TIRANA si pasáis por Marbella, lo vais a pasar en grande, incuso yendo de mi parte.

 

 

LA TIRANA

La Merced Chica

c/ Santa Ana,13

29600 –MARBELLA

Tfno.952 86 34 24 y 678 701 283

LA GRAN PULPERÍA.

La primera vez que fui a La Gran Pulpería, ubicada en los alrededores de Pozuelo, llegué a una conclusión inapelable: sirven el mejor pulpo de Madrid. Y no es fácil conseguir este título honorífico en una ciudad que tiene un restaurante gallego en cada calle con el pulpo como uno de sus platos estrella. Os puedo asegurar que yo nunca pedía pulpo en un restaurante gallego-madrileño porque siempre me decepcionaba al compararlo con el que saboreo en los veranos de mi tierra. Fue conocer este restaurante e inmediatamente recuperar el sabor del auténtico pulpo á feira. El gran lucense Juan Ramón Olloqui fue el creador, junto al resto de socios de su empresa, de La Gran Pulpería en una explanada de Pozuelo donde antes estaba una cafetería. Luego, ha ido aumentando la familia con dos restaurantes más, uno en el Centro Comercial Sexta Avenida, cerrado desde hace unos meses, y otro en la Avenida de Machupichu. Todos ponen, casi a diario, el cartel de completo, como demostración palpable de su gran calidad.

Dicen los expertos que, para que el pulpo sepa como tiene que saber, hay que hacer mucha cantidad en la misma pota. Luego, hay que escurrirle bien el agua para que no interfiera en el resto de ingredientes y, por último, hay que elegir un buen aceite de oliva virgen extra, un excelente pimentón, mezcla de dulce con picante, y el toque justo de sal gorda.  De esa manera, adquiere el sabor profundo que le caracteriza y puedes dar rienda suelta a uno de los mayores placeres de una buena ración de pulpo, mojar pan en la salsa hasta dejar casi seco el plato de madera en el que habitualmente se debe servir este manjar. Ahora está empezando a ponerse de moda el pulpo a la brasa, que ciertamente está muy bueno y que preparan también en La Gran Pulpería, pero yo sigo prefiriendo el de toda la vida por encima de modas y probaturas. Puedes probar los calamares fritos como los preparaban nuestras abuelas o la carne asada, que se deshace en la boca, con una salsa única y un puré finísimo. Si tienes la suerte de que ese día tengan mejillones o berberechos, pídelos porque serán de verdad como todo lo que ofrecen. Por supuesto, no puede faltar el caldo gallego, el lacón con grelos o el sublime raxo con patatas. No te olvides de pedir, al final o al principio de la comida, el extraordinario queso de nabiza que te va a saber a gloria gallega. Vete de mi parte a La Gran Pulpería a disfrutar de Galicia y de la vida. No te vas a arrepentir.

 

 

 

LA GRAN PULPERÍA

Avda. de Machupichu, 14

28043 – MADRID

Tfno..913 001 873

 

 

 

Avenida de España, 1

28224 –POZUELO DE ALARCÓN

Tfno..913 52 63 15