El nombre de Ibiza sugiere, inmediatamente, cielos azules, playas hermosas, lugares mágicos, mujeres bandera, rostros famosos, el no va más del glamour y la oferta gastronómica más variopinta del verano español. Han proliferado los restaurantes caros, quizás buscando ese turismo de categoría que se deja engatusar por los excesos económicas de sus menús y los encantos de las noches únicas. Sirvan como ejemplo el Lio o el Heart, que han incorporado el espectáculo de altura a sus cenas largas y costosas. Lo bueno es que en Ibiza hay sitio también para esos otros lugares sin demasiado nombre, de precios asequibles y cartas sencillas, que mantienen el sabor autóctono de la isla. Mis amigos Joaquín Martorell y Carlos Guitiérrez y sus hermanos me llevaron una limpia mañana de septiembre a la playa puerto de San Miguel y todavía guardo en mi mente el impacto de tanta belleza. Allí me presentaron al TETE, un personaje encantador que está al frente de un chiringuito ubicado en una esquina de la playa, un lugar al que yo siempre llamaré El Chiringuito del Tete.
Sólo voy a recomendaros dos platos de este restaurante, que fueron los que nosotros probamos, la ensalada y la carne, y os aseguro que los dos tienen suficiente garantía de autenticidad. La ensalada es uno de los platos que son casi inevitables en este tipo de establecimientos de playa. Y es en las ensaladas donde uno puede adivinar perfectamente el tono general de un restaurante. Y os puedo asegurar que la ensalada fue la primera gran sorpresa del día. Luego, esperas que, al tratarse de un chiringuito de playa, te traigan el clásico pescado del día tan apreciado en la isla y en su lugar nos sorprendieron con unas enormes fuentes llenas de manjares inesperados. Había salchichas riquísimas, chuletitas de cordero en su punto de tamaño y plancha, chorizos, morcilla, panceta y no sé cuántas cosas más, que desaparecieron de las fuentes en un abrir y cerrar de bocas. Todo estaba superior menos la inyección de colesterol que le endosamos al cuerpo. Pero un día es un día y ya véis de qué manera tan “normal” se puede conseguir un auténtico banquete carnívoro en plena playa y a un precio adecuado. Ya estoy deseando volver. Supongo que en mi recuerdo influye demasiado la luz de aquel lugar, el agua transparente, el sol intenso de Ibiza, la buena compañía y el encanto de ese rincón paradisíaco, pero creo que vale la pena que, si vas a Ibiza, te detengas enEl Chiringuito del Tete aunque sólo sea para probar su exhibición de carnes y su buena ensalada. Y, ya lo sabes, vete de mi parte.
EL CHIRINGUITO DEL TETE
PLAYA PUERTO DE SAN MIGUEL
IBIZA
657 67 93 71